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¡Sí! A la intimidad en el noviazgo

Writer's picture: yau_ortegayau_ortega

Según el diccionario bíblico la intimidad se refiere a una conexión profunda entre dos personas que se basa en la confianza, honestidad y vulnerabilidad. La intimidad puede ser física, emocional o espiritual¹.


Sin embargo, en las relaciones de pareja solemos relacionar la palabra intimidad solo al aspecto físico y olvidamos trabajar en crear intimidad en lo emocional y espiritual.


En la Biblia, la intimidad se refiere a la relación entre Dios y su pueblo, el mismo símil que se utiliza para el matrimonio: Cristo y su iglesia. En este artículo te citaré tres razones por las cuales es importante construir intimidad emocional y espiritual desde el noviazgo.


Prepararse para ser UNO

“para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Juan 17:21)


El anhelo de Jesús es que la intimidad que él tiene con el Padre, la tengas tú, para que el amor del Padre habite en ti. Este pasaje no hace referencia a relación de pareja, pero si menciona que Cristo está interesado en que los creyentes seamos uno y que habitemos en el Padre. 4 veces en este capítulo Jesús clama al Padre para que nos ayude a permanecer unidos en él.


Desde el noviazgo debes trabajar la intimidad espiritual, la cual se retira de las emociones y de manera intencional busca permanecer en Cristo. Esto abarca ser santificados en la verdad de Cristo, su Palabra. ¿Cómo? Siendo vulnerable sobre tus temores y expectativas del matrimonio.


En el libro los 10 mandamientos del noviazgo, los autores citan "la capacidad y voluntad de expesar lo que usted verdaderamente está sientiendo es probablemente el factor más importante para promover intimidad en su relación".


En este versículo Jesús se muestra vulnerable ante el Padre, le externa su preocupación de dejarnos en la tierra, y ora al Padre para que nos ayude a permanecer en él. En el noviazgo debes mostrar a tu pareja tus preocupaciones ante el matrimonio y juntos llevarlas ante Dios en oración y estudio de su Palabra.


Recuerdo cuales eran las mías en ese entonces:

  • ¿Cómo cultivaríamos juntos una vida devocional?

  • ¿Dónde nos congregaríamos?

  • ¿Cómo predicaríamos a Cristo desde el matrimonio?

  • ¿Estamos preparados para discipular generaciones? En caso de que el primer bebé llegara antes de lo previsto

El año previo a nuestra boda fue intenso, y no tanto por lo que conlleva el planificar una vida juntos, sino porque nos permitimos ser vulnerables.


Cultivar la confianza de confrontarse

“Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.” (2 Corintios 7:1)


El santificarte en la verdad de Cristo, su Palabra, crea un celo en ti por vivir a Cristo.


Desde el noviazgo deben practicar ser centinela uno del otro, y no hablo de juzgar, sino de amonestar en amor aunque sea causa de tristeza, siempre que el propósito sea llevar al arrepentimiento que les encamine a la salvación.


2 Corintios 7 relata como el apóstol Pablo tras haber amonestado a los Corintos en una carta previa, envía otra carta regocijándose en el arrepentimiento y la transformación que dicha carta causo en ellos.


¿Cómo accionas cuando identificas en tu pareja una actitud, acción que sabes no va acorde al carácter de Cristo? ¿Asientes? ¿Lo pasas por alto? ¿Lo reprendes? ¿Cómo accionas cuando eres tú el reprendido?


Si en el noviazgo el amor hacia tu pareja no tiene la fuerza para confrontarle cuando está actuando mal, debes revisar el fundamento de dicho amor. Si el temor por ofender a tu pareja es mayor al temor por ofender a Dios, estas llevándote un ídolo al matrimonio.

Conocerse profundamente

“Porque más me deleito en la lealtad que en el sacrificio, y más en el conocimiento de Dios que en los holocaustos.” (Oseas 6:6)


¿En qué estás invirtiendo el tiempo de tu noviazgo? Además de los datos generales y gustos de tu pareja, ¿qué conoces de él o ella? ¿Qué tanto has conocido de Dios a través de la relación que estás construyendo?


El noviazgo es una etapa para conocerse. Somos seres tripartitos: Mente, alma y cuerpo. Nuestra cultura está obstinada en conocer con minucioso detalle el cuerpo, invitándonos a tener relaciones sexuales para comprobar si realmente hay una conexión entre la pareja, sin embargo poco o nada se habla de la conexión que debe existir en la mente y el alma. Esta conexión debe forjarse desde el noviazgo.


En Oseas 6 Dios reprende a Israel por su obstinación a pecar, y busca hacerles entender porque tienen tanta inclinación a hacer lo contrario a lo que él espera de ellos: Porque no le conocen, por lo tanto no son leales a quien él es.


En el matrimonio en más de una ocasión atravesarás situaciones en las que pensarás que tu pareja actúa melaganariamente sin considerar como te afecta lo que hace, ¡pero es que no lo sabe! ¡Nunca lo conversaron! En otras ocasiones dudarás si aún te ama, pero es que te demuestra su amor en maneras que no son significativas para ti, ¡por que no hablaron sobre como dan y reciben amor!


Cultivar la intimidad espiritual y emocional desde el noviazgo nos permitirá llevar una relación más madura al matrimonio. Ahora bien, debes recordar que este trabajo inicia en el noviazgo y se mantiene activo durante todo el matrimonio.


Nunca seremos demasiado íntimos, es una conexión que constantemente debemos fortalecer.

¿Qué piensas sobre este tema? ¡Te leo en los comentarios!


¹https://diccionariobiblico.org/intimidad


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2 comentários

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dominguezdariana204
30 de jun. de 2023
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Me encanto, este tipo de contenido debe hacer eco en las congregaciones de hoy, es momento de cultivar matrimonios y relaciones de noviazgo maduras y firmes en cristo.

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Yaury Ortega
Yaury Ortega
23 de ago. de 2023
Respondendo a

¡Gracias! ¡Amén! Nos toca a nosotros ser ejemplo, que en nuestras relaciones sea visible Cristo.

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