
¿A qué me refiero con emociones no gestionadas? Expresar sin control lo que siento. Nos acostumbramos a vivir con emociones sin gestionar y asumir que el expresarlas sin filtro forma parte de nuestro carácter.
No existen emociones malas o buenas, pero sí emociones que no sabemos gestionar.
Es difícil identificar cuáles emociones no gestionamos correctamente, porque vivimos en automático y damos poco o ningún espacio a la introspección. El salmista David dijo en el Salmo 139:23
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis ansiedades.”
¿Cuándo fue la última vez que te sentaste a evaluar porque reaccionas de determinada manera ante tal situación o persona? Las emociones no gestionadas, te controlan. Llevándote a actuar por impulso sin considerar consecuencias.
Hay un personaje bíblico que nos da ejemplo de cómo gestionar las emociones y es Ana. Puedes encontrar su historia en 1 Samuel 1. Ana tenía una situación incómoda con Penina, ambas eran esposas de Elcaná, pero Penina tenía hijos y Ana no, lo cual detonó las siguientes situaciones:
Burla de Penina hacia Ana
Frustración en el corazón de Ana
Orgullo herido de Elcaná por Ana
Juicios de Elí contra Ana
Estas situaciones quizás generaron en Ana odio, tristeza, culpa, vergüenza. Sin embargo, Ana no se dejó controlar por sus emociones. En la Biblia no cita que Ana respondiera a Penina o se alejara de las personas o se justificara con Elcaná o reprendiera a Elí. Al contrario, decidió callar y llevar su corazón quebrantado a los pies de Cristo.
El versículo 18 cita que luego de hacer esto el semblante de Ana cambio, dígase que no estuvo más triste.
Reconoció las emociones que le generaban estas situaciones, se tomó el tiempo de conocerlas a los pies de Cristo donde entrego todas las posibles reacciones que pudiese haber tenido y decidió transformarlas en gozo y esperanza al confiar que Dios le daría hijos en su tiempo.
¿Cuáles emociones no gestionadas necesitas reconocer, conocer y transformar para que tu relación crezca?
Comments