
“El evangelio no es primeramente una forma de vida. No es algo que hacemos, sino algo que se hizo por nosotros y a lo que debemos responder.” (Timothy Keller)
Esta forma de Timothy ver el evangelio me confronto. Siempre he definido el evangelio como el mensaje de Jesús: Dios envío a su único hijo al mundo para reconciliarnos con él, a pesar de nuestra condición de pecadores, él nos ofrece salvación por gracia.
La Biblia, desde el Antiguo Testamento anuncia este mensaje (Isaías 53) y en el Nuevo Testamento lo expresa en alta voz (Romanos 5:10-11). Asimismo, tu vida debe anunciar este glorioso mensaje, cada parte de ella, lo cual incluye tu noviazgo o matrimonio.
¿Cómo puedes responder o anunciar este mensaje desde tu relación?
Reconociendo que tú y tu pareja son pecadores
“Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero.” (1 Timoteo 1:15)
Reconocer que eres pecador al igual que tu pareja te hace entender que son dos personas cargadas de debilidades y que su relación solo será sostenible desde el suelo de la gracia de Dios. Es al mirarse a través de ese sacrificio de cruz que podrán glorificar a Cristo en su relación.
La obra de Jesús no se ha perfeccionado en ti ni en tu cónyuge, aún son obras en construcción (Filipenses 1:6). Tu esperanza debe ser que cada día se irán perfeccionando, mientras, debes cuidar no ser piedra de tropiezo en el proceso de tu pareja volverse más como Cristo.
Este verso también hace reconocer que no estás llamado a ser el salvador de tu pareja. Solo una persona puede salvar a tu pareja, Cristo.
Resistiendo la tentación
“Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado.” (Hebreos 4:15)
Tal vez pensaste que este punto aplica solo a noviazgos, o al terreno sexual. Pues no, aplica también a los matrimonios y va mucho más allá de lo sexual.
¿En que eres débil? Quizás te falte disciplina, tengas temor al compromiso, no tengas dominio propio, te dejas llevar fácilmente de las opiniones de los demás, frecuentemente andas en busca de aprobación, eres celoso, te afanas con facilidad, entre otras.
Sea cual sea tu debilidad, será tentada. ¡Debes resistir! Confiando en que Dios aumentará tus fuerzas y con la esperanza de que él será glorificado en tu resistencia. Deben fortalecerse mutuamente, recordándose el evangelio cada día, siendo centinela uno del otro.
Ambos han decidido entrar en una relación para glorificar a Dios, vale el sacrificio resistir para recibir de él la corona incorruptible. (1 Corintios 9:25-27)
Confesando a Dios
“Y os digo, que a todo el que me confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre le confesará también ante los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.” (Lucas 12:8-9)
¡Cuidado con idolatrar a tu pareja! Tu relación debe apuntar en todo momento a Dios, debes procurar que él sea exaltado en todo. Cuando actuamos diferente a lo que la Palabra de Dios cita negamos a Dios.
Ambos deben estar consciente de su compromiso con Cristo, y ese compromiso debe primar sobre la relación.
¡Hablemos! ¿Alguna vez habías pensando como el evangelio debe modelar la relación con tu pareja?
Comentarios